En una junta de animales, bailó tan bonito el mono, que ganándose la simpatía de los espectadores, fue elegido rey.
Celosa la zorra por no
haber sido ella la elegida, vio un trozo de comida en un cepo y llevó allí al
mono, diciéndole que había encontrado un tesoro digno de reyes, pero que en lugar de tomarlo para
llevárselo a él, lo había guardado para que fuera él personalmente quien lo
cogiera, ya que era una prerrogativa real.
El mono se acercó sin
más reflexión, y quedó prensado en el cepo.
Entonces la zorra, a
quien el mono acusaba de tenderle aquella trampa, repuso:
- ¡Eres muy tonto,
mono, y todavía pretendes reinar entre
todos los animales!
Moraleja
Nunca te lances a una acción
apresurada, si antes no has reflexionado sobre sus posibles éxitos o consecuencias.
AUTO: ESOPO
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